Un coche eléctrico, como su nombre lo indica, es un vehículo que tiene uno o varios motores alimentados por electricidad, a diferencia de los motores de gasolina o diésel que poseen la gran mayoría de los coches actuales. Hoy en día, se pueden encontrar motores eléctricos de todos los tamaños, los cuales propulsan desde un coche de radiocontrol hasta una locomotora. El funcionamiento de estos vehículos dependen 100% de sus baterías, de forma que una vez agotada la misma, esta pueda recargarse al conectarse con la red eléctrica. Las principales virtudes de estos motores es que tienen menor peso, tamaño y son técnicamente menos complejos.

 

Si bien a nivel de economía, el vehículo eléctrico tiene un costo mayor a los vehículos híbridos o los de combustible, estos poseen una gran cantidad de ventajas que los hacen una buena opción para el transporte cotidiano. Dentro de estas ventajas se puede destacar que el ahorro económico aumenta, pues es más económica la recarga eléctrica que el combustible, a su vez, también se ve un beneficio ambiental ya que con el uso de estos se reducen notablemente el nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

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Para recargar estos autos existen diferentes tipos de recargas, las cuales dependen del tipo de estación de recarga presente en el país, dentro de los tipos se puede mencionar la recarga rápida: la cual recarga la batería alrededor de 80% en 30 minutos y requiere una capacidad alta en el punto de recarga o la recarga hogar en donde se instalan puntos de recarga en el hogar, estas duran alrededor de 8 horas en cargar el 100% de la batería.

 

 

 

 

 

 

 

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